El Foro Social Mundial permit la experimentación de una práctica política coherente con el tipo de sociedad, igualitaria y democrática, por la que luchan todos los que hoy se oponen al neoliberalismo. Irrumpió en el escenario como un viento nuevo, que asumió la horizontalidad de las estructuras en red y afirmó la presencia de la cosiedad civil en la acción política.