Julián es un perdedor: es poco productivo, acumula discos y libros, trabaja en una librería de segunda mano, pasa las noches en el mismo bar de Gràcia y cuida de sus zapatos y camisas como si se tratase de personas humanas. Para él, su único refugio es un mundo paralelo que no hace más que confundir su paso por el planeta: su mundo paralelo, su mundo contable y los montones de discos que se acumulan en el suelo de su piso son las únicas verdades auténticas que Julián atesora. Octavia pierde también, pero menos. Su trabajo, poner la voz en el metro, en los contestadores telefónicos y en incontables sitios más, ha ido erosionando su optimismo lentamente. Su vida no está en el mejor momento: su novio la ha dejado por otra, sus amigos le han dado la espalda y todo se cierra en torno a Octavia como una telaraña de aburrimiento. Los dos convergen en tres días de prisas, cruzándose sus vidas como una pieza peligrosa de Scalextric, pensando en huir de una Barcelona confortable, suave y aburridísima mientras en su carrera suenan las mejores canciones del mundo. Un libro, una cinta y una casualidad como tantas otras completarán este encuentro improvisto, dividido en fotogramas cortísimos, que cambiará, al menos por un momento, las vidas, decisiones y esperanzas de sus personajes.En esta trepidante novela Kiko Amat mezcla humor y emociones con una prosa vertiginosa, apresurada, sencilla y abrupta; una novela de clara esencia anglófila, que bebe de Richard Brautigan y Colin Mclnnes para construir un mundo subterráneo con los nervios y la intensidad de una canción pop.