Tableta electrónica, nube, e-book, Twitter, touch pad, Facebook, smartphone, Big Data El auge tecnológico está alterando nuestra relación con el mundo, con los demás y con nosotros mismos. Las nuevas tecnologías dan la ilusión de omnipotencia: transparencia, acceso inmediato a una infinidad de conocimientos y productos culturales, multiplicación de contactos e intercambios, aceleración, etc. Tenemos suficiente retrospectiva -la revolución digital está ocurriendo a una velocidad fulgurante-, y herramientas analíticas para entender que la desmaterialización del libro no consiste en aumentar la distribución de textos y lectura, sino en liquidar la mentalidad en cuyo origen está la imprenta. Cambiamos de mundo, y el que emerge alimenta la sed de entretenimiento y ocio, exacerba los impulsos consumistas, atomiza y desorienta a los individuos, adora el culto a la velocidad, destruye las facultades de concentración, memorización y pensamiento, mata la creatividad y la imaginación... Produce lo contrario de lo que les gustaría hacernos creer a los grandes discursos que apoyan la implementación del e-book.