Sudamérica tiene ya una población de cerca de 400 millones de habitantes, casi igual a la de Europa y mayor a la de Estados Unidos. Posee tantas reservas de petróleo como Europa y la ex Unión Soviética, el doble que toda América del Norte, dos veces y media las de Asia. Sin contar las de agua dulce, esa preciosa materia prima del futuro, de las que Sudamérica tiene unas 11 veces la dotación de Europa, cuatro veces las de América del Norte y casi dos veces las de Asia. En el mundo interconectado y desigual de hoy, ¿donde deben "pararse" los países sudamericanos? ¿Qué tienen que hacer para no perder el tren del desarrollo? Este libro propone una reflexión sobre el destino de ese "Edén imperfecto", un mundo de rica naturaleza pero sin ley.