El erotismo constituyó, para GEORGES BATAILLE, un problema filosófico fundamental, en la medida en que, sin dejar de ser una actividad estrictamente humana, nos enfrenta, constantemente, a nuestra naturaleza animal. Esta obra, escrita entre los años de la segunda guerra mundial y 1957, es, sin duda, uno de los textos fundamentales de su autor y representa una especie de gran suma de los temas que siempre le fascinaron: la íntima vinculación de amor, pasión y muerte, el significado de la transgresión o la turbadora relación entre la voluptuosidad y la santidad. Cierra esta indagación sobre lo erótico una serie de estudios dedicados a las variadas reencarnaciones del sadismo, el enigma del incesto o la sensualidad del misticismo.
Georges Bataille nació en Billon, Francia, en 1897 y falleció en Malmaison en 1962. Hombre a quien gustaba trabajar en la sombra, pasó a ser sin embargo uno de los pensadores europeos más innovadores e importantes de entreguerras. Fundó diversas revistas, entre las cuales dos que hicieron historia: Documents y Critique. Escribió ensayos como La littérature et le mal, El erotismo (Marginales 61), L?expérience intérieure y La part maudite y, en el terreno de la narración erótica, textos extraordinarios, como Historia del ojo, Mi madre seguido de El muerto, Madame Edwarda y El azul del cielo (La sonrisa vertical 10, 19, 25 y 44). Para él, toda creación es un proceso mediante el cual el hombre se supera transgrediendo todos los tabúes, en particular los relacionados con el erotismo y la muerte.