DÍEZ-PICAZO PONDE DE LEÓN, LUIS MARÍA
En los últimos tiempos, se han ido produciendo -o se están produciendo- decisiones de los tribunales en que la figura del daño moral se ha aplicado -o se aplica- con escasa coherencia. No es lo más grave la trivialización que se produce de este enormemente difícil concepto, sino la deformación que es consecuencia de ello, de manera que si era comprensible que nunca hubiéramos tenido una idea especialmente clara de qué debe entenderse por ?daño moral?, esa idea es hoy menos clara que nunca, como ocurre casi siempre cuando los conceptos jurídicos complejos caen en manos de juristas desprovistos de la necesaria experiencia.