Un reconocido abogado, Manuel Medina, despertó admiración en 2005 cuando publicó su autobiografía La conquista de la vida, obra en que la narraba, con su particular optimismo, su evolución personal, desde su modesta infancia en Jaén hasta su triunfo en el mundo jurídico y empresarial. Este nuevo libro recoge varias historias similares a la suya, de humildad y de trabajo. Desde personajes anónimos hasta grandes protagonistas de la vida social y económica, todos ocupan hoy puestos de mucha responsabilidad, pero, al igual que Medina, han tenido unos comienzos muy modestos: Isidoro Álvarez, Cesar Alierta, Baltasar Garzón, Ángel Corcóstegui, Jesús de Polanco o Xabier de Irala, entre muchos otros.
Manuel Medina nació en Torete (Guadalajara) en 1944. Es doctor en Ingeniería Naval por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Ciencias Sociales por el Instituto León XIII de la Pontificia de Salamanca y licenciado en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia de Comillas. Ha trabajado en las Cooperativas Industriales de Mondragón, en la fábrica de camiones Pegaso del Instituto Nacional de Industria y ha dirigido la filial de una multinacional norteamericana. Su vocación de laico cristiano, comprometido con la Iglesia, comenzó en su adolescencia como lector en la misa dominical parroquial, se desarrolló durante su juventud al hilo de las sesiones del Concilio Vaticano II y se consolidó en las comunidades CEMI (Congregación Estado de María Inmaculada). Esposo, padre y abuelo, considera que la familia es el mejor lugar teológico como imagen del Dios Trinitario y de la vida de amor del Reino de los Cielos.