Novela que mezcla la literatura gótica con la aventura de carácter policíaco aunque no haya un detective protagonista, sino un misterio que descifrar, EL FANTASMA DE LA ÓPERA (1910) es la historia de un tenebroso personaje, quien, a pesar del tormento que le provoca su fealdad, lucha por vivir para satisfacer su pasión por la belleza. En esta popular obra, llevada numerosas veces al cine y al escenario, GASTON LEROUX (18681927) aprovechó numerosos recursos que le eran familiares por su condición de periodista para dar verosimilitud a un relato en el cual la combinación entre su intrigante protagonista y la ambientación dentro del mundo del teatro y las bambalinas despliega un atractivo juego de posibilidades para la imaginación. Novela que mezcla la literatura gótica con la aventura de carácter policíaco aunque no haya un detective protagonista, sino un misterio que descifrar, EL FANTASMA DE LA ÓPERA (1910) es la historia de un tenebroso personaje, quien, a pesar del tormento que le provoca su fealdad, lucha por vivir para satisfacer su pasión por la belleza. En esta popular obra, llevada numerosas veces al cine y al escenario, GASTON LEROUX (18681927) aprovechó numerosos recursos que le eran familiares por su condición de periodista para dar verosimilitud a un relato en el cual la combinación entre su intrigante protagonista y la ambientación dentro del mundo del teatro y las bambalinas despliega un atractivo juego de posibilidades para la imaginación.
Gaston Leroux (París, 1868 ? Niza, 1927) ha pasado a la historia de la literatura como uno de los pioneros de la literatura de misterio. Aunque ejerció como abogado durante tres años, pronto descubrió que su auténtica vocación era escribir y se dedicó a ello en cuerpo y alma. Crítico teatral, periodista (como reportero siguió los avatares de la Revolución rusa y entrevistó a algunos de los criminales más peligrosos de su época) y por encima de todo escritor, Leroux llevó una existencia pareja a la de uno de sus más célebres contemporáneos: Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Leroux, y su inmortal personaje Joseph Rouletabille, han deleitado a millones de lectores de todo el mundo a partir de historias que exploran las formas clásicas de la narrativa policíaca: los enigmas que aparentemente no tienen solución, como los «cuartos cerrados». Actualmente Leroux ocupa un lugar de honor entre los autores franceses de todas las épocas.