Da igual que seas un polaco viviendo en Alemania o un español luchando en Rusia; da igual la edad que tengas, tus pasiones, tu trabajo, si te gusta coleccionar insectos o si prefieres jugar al fútbol. Las bombas no diferencian entre quién debe morir o no, y aquel que aprieta el gatillo, también es, a veces, una víctima. Esta es la historia de muchos: de todas esas personas anónimas que, en la Europa de 1939, fueron arrastradas al festín de la muerte.
Jesús Díez de Palma (Madrid, 1962) estudió Historia del Arte. Ha sido profesor durante algunos años y en la actualidad trabaja como educador ambiental en el parque del Retiro de Madrid.
Ha publicado dos novelas juveniles: El maletín del arqueólogo y La casa del indiano. Es, además, autor de dos libros de divulgación sobre la ciudad donde nació y en la que siempre ha vivido: Bares, tascas y tabernas de Madrid y Descubriendo el Retiro.
Su relación con la Segunda Guerra Mundial viene de antiguo, de cuando era adolescente y se aficionó a las maquetas, lo que le llevó a leer libros y a ver películas relacionadas con el tema. Aunque el verdadero tema de su novela El festín de la muerte, premio Gran Angular 2012, no es la Segunda Guerra Mundial. Es el hecho mismo de la guerra que, según el propio autor reconoce, es la manifestación humana que más le aterra.