«Dejar volar la imaginación, eso es lo que hizo Miguel Ángel Asturias cuando escribió El Hombre que lo Tenía Todo Todo Todo, novela corta en la que se condensan el estilo elegante, las influencias del surrealismo y de la literatura oral, y el gusto por la fantasía que caracterizaban la obra de su autor.»
Pedro Zarraluki
El Hombre que lo Tenía Todo Todo Todo es un derroche de imaginación en seis episodios en los que Miguel Ángel Asturias regresa a sus primeros escritos surrealistas. A lo largo de una aventura fantástica que empieza en la cama de sal del Hombre que lo Tenía Todo Todo Todo y continúa hasta el encuentro de este con Chilabaco, el gran sapo que le abre su corazón, el lector viajará a través del tiempo y del espacio. E irá, de la Roma de los Papas al circo de Babilonia, y del exótico Egipto al bosque de los aguacatales, por un mundo mágico de milagros y de juegos de palabras. El protagonista se hace cada vez más rico, y como al respirar es capaz de atraer todo el oro del mundo, se convierte en el dueño absoluto de lo que le rodea. Solo le falta cumplir un deseo: conseguir para su hijo la semilla del aguacate.
Miguel Ángel Asturias (Ciudad de Guatemala 1899-Madrid 1974) caracterizó su obra por el uso creativo del idioma y por la importante reconversión que hizo de los mundos mágico y mítico. Cotraductor del Papol Vuh, el libro sagrado de los indios quichés, fue defensor de los pueblos indígenas y de su cultura, así como de las libertades para el ser humano. Ocupó cargos políticos y diplomáticos en diversos países y fue galardonado con los premios Lenin de la Paz 1965 y Nobel de Literatura 1967. Sus obras más conocidas son El señor Presidente, Hombres de maíz y Leyendas de Guatemala.