Funcionario docente, que me ha permitido aprender de la sabiduría de los niños; licenciado en Antropología, su estudio me sirvió para tratar de entender a los humanos; viajero compulsivo, recorriendo más de 60 países, he podido comprender que la felicidad es una actitud, algo que busco transmitir en mi prosa, persiguiendo mostrar lo invisible: aquello que no puede verse, solo se siente.