Una fría mañana de diciembre de 1944, en medio del bosque de las Ardenas, un pelotón de dieciocho hombres bajo el mando del teniente Lyle Bouck intentaban mantenerse calientes en sus camastros. De pronto, el silencio de la mañana fue roto por el estruendo de un inmenso bombardeo de artillería y el estremecedor sonido de tanques avanzando. Hitler había lanzado una audaz y arriesgada ofensiva contra los aliados, su última baza, y este pequeño pelotón se enfrentaba al eje principal del ataque nazi. Ante fuerzas infinitamente superiores en número, los hombres de Bouck lograron rechazar hasta tres ataques alemanes en un durísimo enfrentamiento, la batalla de Lanzerath, que duró un día entero, causaron más de quinientas bajas al enemigo y protegieron una posición vital. Solo se rindieron al quedarse sin munición. Entonces comenzó para ellos una batalla tan dura como la anterior: la supervivencia como prisioneros de guerra rodeados por guardias agresivos, bajo la amenaza del «fuego amigo» y con minúsculas raciones de comida. Cientos de prisioneros de guerra fallecieron en manos alemanas, pero milagrosamente todos los hombres de Bouck sobrevivieron para convertirse en el pelotón más condecorado de la Segunda Guerra Mundial y pudieron contar su historia. El largo invierno cuenta la detallada preparación de la batalla por las tropas especiales alemanas, su importancia en el devenir de la guerra, el cautiverio y la liberación. Pero sobre todo narra la épica lucha de un pequeño grupo de hombres atrapados en el centro de la batalla más decisiva de la Segunda Guerra Mundial. Un relato de valor y coraje en la mejor tradición de la historia militar.