E tiene bastantes ganas de dejar de ser E. Claro que a veces no tiene este problema porque, sencillamente, no es E. Pero entonces las cosas se complican, pues ¿cómo dejar de ser uno mismo cuando no se es uno mismo? Quizás todo habría sido más fácil si su madre, en su momento, le hubiera revelado la identidad de su padre, pero prefiere callar. De joven ésta hizo un viaje por Europa, se acostó con, al menos, un hombre y, al parecer, fue engendrado E. Para tratar de averiguar qué sucedió en aquel viaje, E comienza su propia odisea. El libro de E es el resultado de este viaje. El fracaso anunciado en que consiste toda búsqueda de quién es uno mismo y qué es lo que se encuentra bajo el nombre que llevamos como una máscara por la vida. Irónica mirada sobre la identidad personal, El libro de E constituye, al mismo tiempo, una propuesta de reflexión sobre la identidad europea, la cual, como E, está compuesta de muchas personas: seres que no se resignan a no saber quiénes son y que se empeñan en buscar hasta el final la felicidad. «Todo hubiera podido ser distinto. Pero no lo fue. Todo podría ser distinto. Pero no lo es.» Así comienza El libro de E y quizás sólo de eso traten todas las vidas.