«Escribo sobre las moscas de la sociedad. Donde hay moscas, hay algo podrido...» Mohamed Chukri resume así su objetivo: devolver la palabra robada a las mujeres y a los hombres que viven amordazados por una sociedad que los margina. Con la colección de cuentos «El loco de las rosas», escritos entre 1966 y 1978, Chukri irrumpió en el mundo de las letras, y gracias a sus ricas y abundantes experiencias y a su estilo espontáneo, libre de pedantería y preciosismo, pronto este autor singular se convertiría en referente obligado de la literatura marroquí del siglo XX.
Mohamed Chukri nació en 1935 en Beni Chiker, un pueblo marroquí del Rif. Educado en una familia pobre, la violencia de su padre le obligó a huir y, con tan sólo once años, vivir en las calles de Tánger rodeado de miseria, violencia, prostitución y drogas. A los veinte años, todavía analfabeto, se marchó a Larache a estudiar. Durante esta etapa de formación entró en contacto con la literatura. En la década de los sesenta, Chukri regresó a Tánger, donde siguió frecuentando bares y burdeles, y donde empezó a escribir sus experiencias personales. Su primer relato, «Violencia en la playa», apareció en la revista Al-Adab en 1966. Sus inquietudes literarias le llevaron a codearse con escritores consagrados como Paul Bowles, Jean Genet y Tennessee Williams, encuentros que quedaron recogidos en sus memorias («Paul Bowles, el recluso de Tánger» y Jean Genet y «Tennessee Williams en Tánger»). Además de su producción literaria, también tradujo al árabe poemas de Machado, Aleixandre y Lorca, entre otros. Chukri conoció el éxito internacional gracias a su novela autobiográfica «El pan a secas» (1973); censurada por escandalosa en los países árabes, no fue publicada definitivamente en Marruecos hasta el año 2000. «Tiempo de errores» (1992) y «Rostros, amores, maldiciones» (1996) son las otras dos novelas que conforman la trilogía de su vida. Mohamed Chukri murió en Rabat en 2003.