Durante unas vacaciones en Italia, un hombre, que ha decidido cambiar su vida, conoce a una rica y misteriosa joven que recorre el mundo en un lujoso barco en busca de un amor perdido, el marinero de Gibraltar; ex legionario, jugador impenitente, buscado por la policía. Juntos, de puerto en puerto, continuarán la búsqueda del marinero desaparecido, objeto de pasión, símbolo de belleza. Pero un amor imprevisto nace entre ellos. Si encuentran al marinero de Gibraltar, será el fin de este amor. Extraña contradicción. De Sète a Tánger, de Tánger a Abidján, y de Abidján a Léopoldville, su búsqueda prosigue.
En El marinero de Gibraltar, escrita en 1952, encontramos los principales temas de preocupación de Marguerite Duras: la búsqueda imposible del amor perdido, la separación, la ausencia... Un estilo muy particular y una atmósfera lánguida, de suposiciones, de silencios. Una obra muy bella traducida por primera vez al castellano. Imprescindible para los amantes de la literatura de Duras.
Marguerite Duras nació en la Indochina francesa en 1914 y murió en París en 1996. En 1932 se trasladó a París, donde estudió derecho, matemáticas y ciencias políticas. En 1943 publicó su primera obra, La impudicia, a la que seguirían más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. Entre ellos, Moderato cantabile, El vicecónsul, El arrebato de Lol V. Stein, Los ojos azules pelo negro, Emily L., Los caballitos de Tarquinia, El amor, Destruir, dice, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico. Tras una profunda crisis, marcada por el alcoholismo, escribió tres obras maestras: El hombre sentado en el pasillo, El mal de la muerte y El amante, célebre novela que inspiró una película homónima de Jean-Jacques Annaud.