Inauguramos con este título una biblioteca dedicada a Dorothy L. Sayers, la novelista inglesa que supo crear uno de los mejores y más distinguidos detectives de los viejos tiempos: lord Peter Wimsey, segundo hijo del duque de Denver, bibliófilo, sibarita, dandy y seductor profesional, que en sus ratos libres se dedica a la investigación en el neblinoso Londres de los años treinta. En esta ocasión, la astucia y la obsesión por los detalles del detective más elegante de Inglaterra se pondrán al servicio de un enigma aparentemente insoluble: estamos en uno de los clubs frecuentados por el propio lord Peter, el Bellona, donde de pronto muere el nonagenario general Fentiman. Los detalles del fallecimiento, y en especial la hora exacta en que cesó de latir su corazón, serán decisivos para determinar quién se queda con la sustanciosa herencia que dejan él y su hermana, lady Dorland, muerta extrañamente ese día, casi al mismo tiempo. Con la habilidad de Agatha Christie, el ingenio de Evelyn Waugh y su genuino e inconfundible estilo, Dorothy L. Sayers construye en esta novela una historia llena de matices donde importa tanto el desarrollo de la intriga como la arquitectura de los personajes, la evocación de los interiores, la luz de Londres o el sabor de los mejores vinos. La opinión del editor: Las palabras de Cyril Connolly nos animaron a revisar toda la obra de Dorothy L. Sayers y Alberto Manguel nos animó a incluirla en nuestro catálogo. Así descubrimos a una de las mejores escritoras inglesas del siglo XX, maestra de P.D. James y Patricia Highsmith.
Dorothy L.Sayers (Oxford, Anglaterra, 1893 - Witham, Anglaterra, 1957) El 1921 Dorothy L.Sayers
va iniciar una prolífica tasca com a escriptora de novel·les policíaques que la va dur a escriure fins a 11 novel·les i
nombrosos relats protagonitzats per lord Peter Wemsey, el seu personatge carismàtic. Però Sayers és també coneguda per
ser una de les màximes especialistes i traductores i comentaristes de Dant, a més a més d'assagista i poeta. Influïda
per una profunda moral cristiana (era filla d'un capellà) va ser una de les primeres dones en obtenir un títol
universitari a Oxford, en llengües modernes i literatura medieval, tot i que el títol obtingut amb matrícula d'honor el
1915 no li va ser reconegut fins anys més tard.