1. Guerra Civil Española, impacto en la sociedad
2. Niños en contextos de conflicto armado
3. Vivencias de la posguerra en Andalucía
4. Trauma infantil en momentos de guerra
5. Resistencia y resiliencia en la infancia durante el franquismo
6. Experiencias de hambre y carencias en tiempos de guerra
7. Relatos de supervivencia y sacrificio en la posguerra
8. Aspectos emocionales de los vencidos en la Guerra Civil
9. Venganza y humillación en la posguerra española
10. Narrativas de infantes en un periodo de represión
Son los días que siguen a la victoria franquista en un pueblo de Andalucía. Para los vencidos, la paz es sinónimo de venganza, humillación y sumisión. Un niño participa de la desgracia de su familia. Roído por el hambre, mira el mundo a su altura, con la fragilidad de todos los niños. Pero el tiempo que le ha tocado vivir le ha endurecido prematuramente Ya es un adulto el que nos cuenta esta historia negra de los hombres.
«Padre, dame pan. No hay, murmuró, con la voz quebrada de los hombres que lloran.»
Agustín Gómez Arcos (Enix 1933 - París 1998) nace en el seno de una familia republicana. A los 20 años, tras haber finalizado su bachillerato en Almería, se desplaza a Barcelona para estudiar derecho, pero pronto descubre que su vocación es la literatura y, su auténtica pasión, el teatro. A mediados de los años 50 se traslada a Madrid donde trabaja como actor, director de teatro y traductor. Su labor de dramaturgo se ve premiada, en dos ocasiones, con el Premio Nacional Lope de Vega pero la censura prohíbe la representación de sus obras. Acosado por la dictadura, decide exiliarse: primero en Londres, luego, definitivamente, en París donde se instala en 1968, dedicándose, desde entonces, al género narrativo. Gómez Arcos murió tras haber publicado 14 novelas en francés, haber sido galardonado con numerosos premios literarios y condecorado con la Orden de las Artes y las Letras francesas con grado de caballero (1985) y oficial (1995). Su obra forma parte del programa educativo de los liceos franceses. Murió, en suma, como un escritor prestigioso y, como tal, fue enterrado en el cementerio de Montmartre. "Un pájaro quemado vivo" fue finalista del Premio Goncourt de 1984.