Una niña rodeada de sus animalitos de trapo empezó a leer un libro sobre los osos polares y se enteró de que son inteligentes, juguetones y curiosos. Y supo que, lamentablemente, el cambio climático los está amenazando seriamente. La pequeña entonces quiso saber más y más...
Se enteró de que las garras del oso blanco, que vive entre las nieves del Ártico, pueden medir tanto como un plato de los que usamos para comer. Leyó que cuando el oso se moja se sacude el agua igual que los perros y que gruñe, ruge, maúlla y hasta ronronea. La niña se sorprendió cuando aprendió que este mamífero mide de pies a cabeza lo mismo que dos niños de siete años, uno encima del otro.
Supo que los osos polares tienen un olfato extraordinario y que son muy limpios. Después de comerse una foca, por ejemplo, se lavan bien el morro.
A lo largo de este entretenido libro documental se ven dibujos de la niña jugando con los osos, pescando con ellos o deslizándose por el hielo. Un libro muy atractivo y a la vez didáctico como todos los de esta colección (La ballena azul y Los elefantes).
A los osos polares les encanta dormir en cualquier posición y donde les pille. Así que la pequeña lectora también decidió acurrucarse en un rincón confortable, con este, su libro favorito y soñar que dormía abrazada a sus amigos, los osos polares...
Trabaja desde su estudio en Hackney, Londres, UK. Sus libros han sido traducidos a más de una docena de idiomas. En 2016 ingresó en la Fundación Maurice Sendak y ganó el prestigioso premio New York Times Best Illustrated Childrens Book, concedido por The Polar Bear.