En este libro se investiga sobre los procesos y los cambios culturales y perceptivos que activaron o frenaron las ideas relacionadas con las concepciones del paisaje, desde sus orígenes hasta su consolidación en los primeros años del siglo XVII. Basándose en la historiografía y apoyándose en una serie de métodos destilados por disciplinas tales como la lingüística, la fenomenología, la hermenéutica, la antropología, la geometría o la cartografía, se construye una historia de la mirada como parte de la historia más general de la cultura europea. La génesis del concepto «paisaje» se ha rastreado a través de diferentes manifestaciones, tales como el diseño y creación de jardines, la mención en la literatura de parajes agradables, la representación pictórica de lugares reales, la aparición de loggias y miradores en los edificios desde los que contemplar los parajes y, sobre todo, la consolidación de un término específico para nombrar el «paisaje», en la idea de que en tanto esa palabra concreta no surge y es usada, el concepto no ha logrado cuajar en una cultura.