La exploración polar es la forma más cruel y solitaria de pasarlo mal. El explorador británico Apsley CherryGarrard nos lo cuenta a través de sus vivencias en la expedición del capitán Scott al Polo Sur (19101913), en la que éste y tres de sus hombres hallaron la muerte. A partir de las anotaciones que dejó Scott y, sobre todo, de su propia experiencia, Apsley reconstruye en este libro aquellos tres años de penalidades y heroísmo.