La defensa del positivismo jurídico fundada en razones científicas y metodológicas parece estar agotada en nuestros días. Sin embargo, están revitalizándose las posturas que, volviendo a los orígenes (Hobbes, Bentham, Austin), defienden una concepción positivista del Derecho sobre bases morales y políticas. Entre éstas suelen incluirse el compromiso con un modelo político democrático, la maximización de la autonomía de los individuos, o el intento de alcanzar bienes como la estabilidad social o la lucha por una mayor efectividad en la garantía de los derechos humanos. Todo ello aporta perfiles nuevos a debates clásicos: cómo debe ser la legislación, cuál debe ser la tarea del juez, cómo debe interpretarse el Derecho y cuál debe ser el lugar de los derechos humanos en los sistemas jurídicos actuales. La presente obra estudia algunas de las propuestas contemporáneas de revitalizar esa antigua tradición, a través de las ideas de autores como Schauer, Waldron y, sobre todo, Campbell. El ,libro se dirige no sólo a especialistas en Filosofía del Derecho, sino a juristas interesados por el papel de la teoría jurídica en la ciencia y en la práctica del Derecho.