¿Por qué las mujeres abandonan la política? Por la autora de Feminismo para principiantes. Este libro es una reflexión sobre la presencia -y la ausencia- de las mujeres en la toma de decisiones, más allá de los números, más allá de la igualdad formal o la paridad. El número de mujeres líderes que han dejado sus cargos políticos en los últimos años es tan elevado que merece la pena ser estudiado como un fenómeno nuevo, que la autora ha bautizado como el «síndrome Borgen». El nombre hace alusión a la serie de televisión danesa que mostró la cara B del empoderamiento, concepto tras el cual se esconden más trampas que soluciones. Desde la reivindicación organizada del derecho al voto para las mujeres fueron necesarios más de cien años hasta que en 1960 Sirima Bandaranaike se convirtiera en la primera mujer elegida jefa de un Ejecutivo. Más de sesenta años después, apenas hay una veintena de mujeres líderes en el mundo, pero, además, si el 1 de enero de 2023 había treinta y seis mujeres jefas de Estado o Gobierno, en septiembre de ese mismo año solo quedaban veintiocho. Las extrañas, las intrusas, se cuelan por las rendijas de un poder que se resiste a ser compartido. Más parecen okupas a las que en cualquier momento se las puede desalojar con cualquier cantidad de violencia.
Nuria Varela es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como reportera en el semanario Panorama para el que ha cubierto la guerra de Bosnia, el sitio de Sarajevo, los campos de refugiados en Croacia y el golpe de Estado en Rusia. En 1993 se incorporó al semanario Interviú, donde durante 13 años ha realizado reportajes sobre acontecimientos como la matanza de Acteal en Chiapas (México), el Afganistán de los talibanes, la vida en los campamentos de refugiados saharauis, los campos de refugiados afganos en Pakistán, los feminicidios de Ciudad Juárez, la Revolución Naranja en Ucrania o la guerra de Irak. En 2006 pasó a formar parte del departamento de Nuevos Proyectos del Grupo Zeta y en 2007 se incorporó a la redacción del semanario Tiempo. Sus intereses profesionales siempre han estado vinculados a dos ejes. Por un lado la actualidad y por otro, la violencia en todas sus manifestaciones, especialmente la violencia de género. Durante toda su carrera profesional ha mantenido vivo su compromiso con el movimiento de mujeres y colabora con numerosas asociaciones y plataformas. En 2002 publicó Íbamos a ser reinas. Mentiras y complicidades que sustentan la violencia contra las mujeres que Ediciones B acaba de reeditar.