La perdió por su mala cabeza. Ahora se siente vacío, absurdo y sin una camisa limpia desde que ella se fue. Dejó de darle amor por pura desidia, incapaz de hacer feliz a una sola mujer por su «afán de libertad». Un actor sin nombre, en el umbral de los cuarenta, sufre su enésima separación. Esto le lleva a replantearse el sentido y los objetivos de su vida, y a hacer un repaso de ella en un viaje lleno de ironía, al que somos invitados en clase preferente. Es ésta una novela entre el humor y el desgarro. Si hubiera que resumirla en dos palabras, diríamos que es una novela guarromántica. El guarromanticismo es una tendencia de expresión artística que se rige, entre otras, por una máxima: «Lo cortés no quita lo caliente». Pocas veces un hombre abre su mente y su corazón de la forma que lo hace el protagonista, lo cual nos permite conocer un poco mejor cómo piensa un solateras hoy en día.
NANCHO NOVO (La Coruña) es actor, aunque él se confiesa un cuentista. «Lo mío es contar cuentos», se le ha oído decir más de una vez. Pero, por más que lo intenta, no ha conseguido vivir del cuento. Así que ha tenido que participar como actor en más de una treintena de películas, ha grabado multitud de series de TV y se ha subido a los escenarios a representar teatro más de 3.500 veces. Que alguno dirá que también es vivir del cuento. Tiene una banda de Rock and Roll, Castigados sin Postre, con la que ha sacado un par de discos. Con su primera novela, El solateras, comenzó su andadura editorial, que prosiguió con Despertar y la publicación de parte de su obra teatral: Cyborg, Sombra de perro, Un crimen en el cielo y Microteatro por mi Vero, una recopilación de piezas cortas.Con El cibernícola espera alcanzar ese bum literario que le facilite poder vivir, a partir de ahora y definitivamente, del cuento.