Los encabezamientos de materia siguiendo las prácticas de la Biblioteca Nacional de España para el texto dado podrían ser los siguientes:
1. Niños abandonados - Ficción
2. Nochebuena - Relatos
3. Pobreza - Aspectos sociales - Ficción
4. Inmigrantes - Ficción
5. Personajes marginales - Ficción
6. Vida urbana - Relatos
7. Redención - Ficción
8. Solidaridad - Ficción
9. Vittorio De Sica - Influencia literaria
10. Dickens, Charles - Influencia literaria
Un recién nacido aparece abandonado en el último asiento del tranvía número catorce. Es Nochebuena y el vehículo surca cual cometa las vías hacia la periferia de una ciudad sin nombre. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Qué va a ser de él? Tal vez por caridad, por improvisación o por locura, alguien ha decidido confiar al niño a los brazos del mundo. Y el «mundo» que lo acompaña en ese primer viaje de su vida es esa parte de la existencia a la que no se le suele prestar atención, la mano de obra de la pobreza: un vendedor ambulante de paraguas, una joven prostituta africana, un muchacho negro sin papeles o un mago inmigrante que ha perdido la memoria. Un pesebre espontáneo y desharrapado que bien podría haber sido imaginado por Vittorio De Sica, y cuyas «figuras» considerarán que la aparición del niño es digna de un verdadero redentor: no descartan la idea de que aquel niño perfecto y perfumado de naranja no haya llegado por casualidad a ese lugar insólito y en ese día señalado, que no sea una posibilidad de salvación. A la guisa de un Dickens del siglo XXI (y como ya hiciera de manera magistral en «Los niños del
Nació en Palermo en 1960. Periodista, colabora con Radio3 de la Rai, y escribe para periódicos y revistas. Es autor de varias novelas, entre ellas Malacarne (1998), Sgobbo (2002; Premio Selezione Campiello), La penitenza (2016), En 2019 Periférica publicó Los niños del Borgo Vecchio, Premio Paolo Volponi, que ha sido traducida ya a varias lenguas. «Calaciura es un nombre importante de la literatura siciliana y no sólo eso, es, además, junto a otros pocos autores, la única riqueza de la isla.» Andrea Camilleri