España es una de las zonas del planeta más vulnerables a los embates del cambio climático. Algunos de sus sistemas ecológicos sufren el riesgo de ver acelerado el deterioro de recursos naturales esenciales, como el agua, el suelo fértil o la franja litoral. El país se verá obligado a aplicar medidas de adaptación al cambio climático y a reforzar sus políticas de conservación de la naturaleza.