Este libro es un ajuste de cuentas del autor, J. M. Amilibia, con su director primero, el de tantos periodistas que surgieron deI diario Pueblo y que, en su día, lo mitificaron, elevándolo a los altares de la magnificencía periodística. Una crónica sobre el hombre apasionado, despótico, inteligente, soberbio y arbitrario que fue gallo en los corrales del amor y en los de la prensa, un dramaturgo cuya mejor obra fue él mismo, el periodista más halagado y denostado de su tiempo. Ésta es la historia de una gran ambición frenada por la Transición, de cómo el poder y la gloria desembocan en un patético final, mezcla de amargura y escepticismo: Emilio Romero, que sobrevivió a la tuberculosis, a la persecución de las checas y a las conspiraciones políticas de la dictadura, es el franquista que cae con Franco, aunque viviera hasta 2003. No le importó que le odiaran. lo que no pudo soportar fue el olvido. Ésta es la historia de un personaje singular con más sombras que luces, su cara y su cruz. Este libro es, también, una catarsis. Amilibia baja. de los altares a un dios. Con testimonios de Leopoldo Calvo Sotelo, Fernando Suárez, Martín Villa, Sabino Fernández Campo, Santiago Carrillo, Marcelino Camacho, Pablo Castellano, Ramón Tamames, Antonio Fontán, Manuel Fraga, Antonio García Trevijano, Luis María Anson, Francisco Umbral, López Negrín, Sara Lezana, Rosana Ferrero y muchos más.