En Encontrar la verdad, Josef Ajram te invita al viaje más extraordinario que ha vivido hasta el momento: conocerse a sí mismo y aprender a valorar qué es una vida plena, verdadera y feliz.
Para aprender a conocerse a sí mismo y dar un paso más allá en la superación personal, ha encontrado una nueva vía de conocimiento, el KAP, una práctica que tiene como objetivo despertar la energía Kundalini y lograr una conexión plena entre mente y cuerpo.
El KAP es una herramienta de empoderamiento que te permite volver a tu esencia, recuperando lo realmente importante, como son el amor de los tuyos, no de los interesados, y el valor de la honestidad, de la autenticidad y de la fidelidad a tus principios, pese a quien pese.
En las páginas de este libro, Josef Ajram nos explica las barreras que hay que derribar para alcanzar una verdadera libertad, en la que uno sea el único responsable de sus decisiones y, con ello, de sus aciertos y de sus equivocaciones.
Asimismo, describe por qué hay que ser exigente con uno mismo y con las personas que nos rodean, evitando caer en las redes de aquellas personas que nos restan más que suman. Personas tóxicas a las que sin darnos cuenta damos todo lo que tenemos sin recibir nada a cambio. Y nos recuerda la verdadera esencia de la amistad, que no es otra que la lealtad.
Asimismo, nos comparte el por qué y el cómo de su filosofía «Me da igual», con la que consigue hacer oíos sordos al qué dirán y a los haters que pueblan las redes sociales. Lo importante no es cómo te vean, sino cómo te ves a ti mismo. Respétate a ti mismo y serás feliz.
Nos explica, además, por qué debemos tratar de convertir nuestra pasión en nuestro trabajo, de modo que nunca tengamos la sensación de estar trabajando. Y, por último, nos invita a buscar el desapego, evitando ser un esclavo del bienestar: no tiene sentido trabajar para comprar cosas que no aportan ni tiene sentido comprarlas sólo por aparentar. Y sí, el dinero da la felicidad, pero sólo si sabes usarlo bien. Tanto en la vida como en la bolsa.
Nací en Barcelona el 5 de abril de 1978, de padre sirio y madre española. A mi abuelo paterno le debo mi iniciación en la bicicleta. Me gustan pocas cosas pero con intensidad, entre ellas, la Bolsa, los deportes y los viajes. Y como uno nunca sabe lo que va a pasar, siempre llevo el móvil encendido.En la Bolsa soy day trader, puro vértigo y adrenalina. En el deporte me apunto a las pruebas más exigentes. Son dos mundos aparentemente opuestos en los que vivo sensaciones extremas que reclaman constancia, dinamismo y cálculo para medir posibilidades y capacidades. ¿Dónde está el límite? Me la juego cada día, con ambiciones y objetivos. Hay que agotar todos los recursos para hacer realidad los sueños. El conformismo es una trampa en la que no hay que caer. Mi filosofía no es ganar sino sentirme bien con mi rendimiento. Disfruto más de los entrenos que de lascompeticiones. Me gustan los retos y luchar contra el cronómetro me da pereza.