Enoch Soames es un poeta decadentista tan mediocre como pedante, autor de tres obras que, muy a su pesar, no le han procurado fama ni prestigio alguno. Sueña con el reconocimiento que, quizá, reciba de manera póstuma. Un día el diablo le ofrece la oportunidad de viajar al futuro para comprobar qué le depara la posteridad.