Una ceguera blanca se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos por la ciudad, los ciegos deben enfrentarse a lo más primitivo de la especie humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, teje una aterradora parábola acerca del ser humano, que encierra lo más sublime y miserable de nosotros mismos.