Le denominaron en determinados ámbitos republicanos «el general (o el coronel) cristiano». Murió ante un piquete de ejecución en 1940 en los fosos del castillo de Montjuic De Antonio Escobar Huerta, han afirmado algunos que, de haber estado en el otro bando de la guerra civil española con sus mismos principios y repetido vivencias y actitudes, hubiera sido promovido a los altares. El planteamiento de algunos parte de una instrumental ización política para contraponerle a los miles de mártires cristianos asesinados por su fe en la persecución de la zona republicana entre 1936 y 1939. Sin embargo sería un error identificar uno y otros porque las bases son distintas. Escobar vivió una profunda vida cristiana y murió, perdonando a todos y pidiendo a sus familiares que no guardaran e) menor rencor, pero los vencedores de la Guerra Civil no lo ejecutaron por su fe religiosa sino por haberse opuesto a) levantamiento militar de julio de 1936. Su vida estuvo impregnada de espíritu cristiano, su victoria no fue la militar, sino la del perdón, no hubo en él odios en la vorágine de la guerra, cumplió con diligencia y sacrificio lo que consideraba su deber, procuró hacer el bien y, al producirse en España la gran ruptura del estallido de la guerra, siguió, con acierto o sin él, los dictados de su conciencia situándose junto al gobierno que entendía legítimo. Sufrió en este tiempo un gran quebranto interior porque rechazaba muchas cosas que en su mismo bando ocurrían y hasta su propia familia estaba dividida, como tantas otras en todo el país. La peripecia de Escobar sitúa también ante la libertad política de Ios católicos, evidenciando hasta qué punto pueden sostener criterios distintos. incluso contrapuestos, sobre temas opinables. Y las opciones políticas lo son. Entre la Cruz y la República ofrece con datos y hechos contundentes, a través de la figura de Antonio Escobar, una visión poco habitual de la fraticida Guerra Civil española realizando un análisis objetivo de las circunstancias políticas, sociales y culturales que envolvieron aquel desgarrador momento de nuestra historia más reciente. En este texto no se juzgan conciencias de nadie, ni se divide entre «buenos» y «malos» porque la realidad es más compleja. E) termómetro de las pasiones marcaba temperaturas muy altas en aquel momento. Y una de las muchísimas víctimas de ese periodo fue el general Escobar.