Unas lneas de «La realidad y el poeta» resumen la actividad po©tica, que para Salinas guarda cierto paralelismo con la respiraci³n: &. quot. El poeta se nutre de realidad, lo mismo que el cuerpo humano de aire: el hombre respira el aire, no podra vivir sin ©l, y lo mismo le pasa al poeta con la realidad... El poeta absorbe la realidad, pero, al absorberla, reacciona contra ella. lo mismo que el aire se exhala despu©s de pasar por una transformaci³n qumica en los pulmones, la realidad vuelve tambi©n al mundo transformada, en parte, por la operaci³n po©tica &. quot. .Este tipo de &. quot. operaci³n po©tica &. quot. , como aquellas &. quot. operaciones de la magia &. quot. que so±aba el borgiano caballero quijotesco, fue una constante est©tica de Salinas. D¡maso Alonso advirti³ muy pronto en ©l ese &. quot. gusto para buscar temas en las formas j³venes del mundo &. quot. , sin perder el humor, la sonrisa, la transparencia, los colores claros. &. quot. En lo m¡s externo, cortesa social, humor, vida nueva, girls... All¡ dentro, para el que sepa leer, hay siempre una emoci³n humana... rebosante de comprensi³n, a la par po©tica y humana de los hombres y las cosas &. quot. . Una de sus respiraciones, tam antiqua et tam nova como la belleza agustiniana, fue la del amor. «L &. apos. amor che move il sole e l &. apos. altre stelle» produjo voz, raz³n y lamento. &. quot. El aire ya es apenas respirable / porque no me contestas &. quot. , claman dos versos del lamento largo.El hombre respira el aire. el poeta, la realidad... En un poema postrero que Jorge Guill©n dedic³ a Salinas evocaba la respiraci³n de sus palabras: &. quot. Aqu mismo respiran sus vocablos: / ºltima quintaesencia &. quot. , para concluir con una variante del non omnis moriar horaciano: &. quot. Algo perenne dura. / Tierra junto al rumor de aquellas olas. / Late bien este hallazgo de palabras, / sentid: Pedro Salinas &. quot. .
