El conserje del edificio Hemisferio atesora las historias de cada uno de los vecinos, conoce bien los rumores que circulan de boca en boca, y asiste al gradual deterioro de las instalaciones, los propietarios y sus vidas. En esta cuidada antología de cuentos, que juntos conforman una novela, Vicente Marco despliega su desbordante imaginación para que el lector transite por el finísimo cable de la realidad y se adentre en mundos insólitos pero muy reconocibles. En palabras de Miguel Ángel Mala (Factor crítico), «Mientras uno lee esta colección de magníficos relatos, se plantea si en ocasiones la vida y el mundo son una especie de juego enigmático del que lo mejor que se puede decir es que no tiene ninguna finalidad. Llegamos a palpar ese asombro existencial, la crueldad de un sinsentido en el que nos vemos obligados a participar sin que nadie nos consultara de antemano».
Vicente Marco (Valencia, 1966) A los siete años, víctima de sus peripecias infantiles, se quedó colgado de un clavo a tres metros de altura en la casa donde vivían sus abuelos, en Alboraya. Permaneció suspendido allí hasta que su padre consiguió bajarlo. Aquel tiempo de incertidumbre abrió una brecha en su espíritu creativo. Encontró en la literatura el refugio terapéutico para permanecer en la vida sin los enganches que sufrieron sus amigos del barrio marginal donde vivía, cerca de Marchalenes, en Valencia. Allí naufragaron tantas vidas queridas, en una calle sin asfaltar, que se transformaba en un lago los días de lluvia. Ahora, muchos años después de aquella primera colgadura, es profesor de escritura creativa, ha obtenido más de cincuenta premios literarios, publicado diez novelas, dos libros de relatos, tres ensayos de escritura, cuatro piezas teatrales y sus obras han sido representadas en distintas ciudades de España, Ecuador, República Dominicana y México.