A Michael Faraday no le gustaba nada hincar los codos, así que pronto se puso a trabajar..., rodeado de libros que no podía entender! Al final su curiosidad pudo más y decidió averiguar qué secretos escondían dentro. Para ello aprendió a leer y, al hacerlo, se quedó alucinado con un libro que hablaba sobre la electricidad. ¿Qué sería ese fenómeno tan misterioso que ni las cabezas más inteligentes del mundo lograban explicar? Él lo iba a descubrir!