Es invierno. Tobías Wesser delira en un hospital a altas horas de la noche, pero no es un hombre al que nadie vaya a llorar. Dentro de pocas horas estará muerto. Su hijo, al que todos llaman Caníbal, contempla el espectáculo junto a dos moscas, las únicas que han decidido hacerle compañía. Tras la muerte, sin apenas pistas para guiarlo, Caníbal se verá obligado a reconstruir ciertos recuerdos sobre su padre escondidos muy dentro de su memoria. Tendrá que investigar la figura de ese hombre siniestro con el que apenas mantuvo trato cuando estaba vivo.Y sus secretos le anunciarán un destino retorcido del que más le vale ponerse a salvo