MUÑOZ MARTÍN, JUAN / TELLO, ANTONIO / TELLO GIL, ANTONIO (Ilustración)
Resumen La acción se sitúa en un destartalado convento franciscano. Un labrador de la zona pide que lo admitan ahí, es joven y tan simple que casi parece tonto. Le ponen de apodo fray Perico. Hasta ese momento el convento había sido paz, tranquilidad, trabajo, oración... Había sido un convento, pero le faltaba algo para ser realmente franciscano: el espíritu de sencillez de las florecillas. Es con lo que colabora fray Perico, quien además trae a un compañero, un burro que lo acompaña en sus andanzas y travesuras. Forman un duo inseparable y todas sus aventuras son muy simples, llenas de humor. Responden a un franciscanismo primitivo. El único que entiende a fray Perico es San Francisco, que sonríe al nuevo fraile. esto lo consuela y anima en su vida de absoluta sencillez y espontaneidad. Las situaciones de humor encantan a los niños.