¿Quién le ha dicho que usted no puede -si quiere- dejar de fumar? ¿O eso piensa en realidad? Pues sepa que
está equivocado. ¿A qué edad empezó a fumar? ¿O nació con un cigarrillo en los dedos y con el encendedor colgando del
cordón umbilical? ¿Lo echó de menos antes? ¿A quién le pedía fuego mientras hací el astronauta en el útero de su mamá?
De todo ello se deduce que la nicotina - aunque le guste- no es en absoluto necesaria para vivir y que puede
abandonarla si lo desea. Ahora sólo falta (y no es poco) que en realidad quiera, algo que sólo depende de usted, que es
el único que puede decidir sobre este particular.
¿Fumar es un placer? está pensada para que usted descubra un
conjunto de soluciones absolutamente ineficaces para dejar de fumar, sobre todo si no tiene lo imprescindible para ello,
que es la voluntad de hacerlo, además de aportar algo de información sobre el asunto y, sobre todo, contribuir a que
tomarse con un poco de humor el vicio de fumar.