Aun sin contarse entre los poemas más famosos de Alfred Tennyson, nunca traducido antes, que sepamos, al castellano, Godiva es, además de una muestra del incuestionable talento de su autor para la narración poética, la primera lectura moderna de una leyenda medieval de profundas raíces folklóricas que ha conocido, antes y después de la que nos ocupa, incontables recreaciones literarias y plásticas. Joan C. Lancaster afirma que es imposible determinar exactamente los hechos históricos que están en la base de la leyenda ligada, para algunos estudiosos, a rituales de fertilidad paganos de la gran dama bienhechora dispuesta a cabalgar desnuda para ablandar el corazón de su esposo Leofric, conde de Mercia, y liberar a su pueblo de un impuesto abusivo. Aunque fija el período más probable en que esos hechos pudieron producirse entre los años 1038 y 1057, poco antes de la conquista normanda. El primer testimonio literario que conocemos de ella data del siglo XII y se encuentra en las "Flores Historiarum" de Roger de Wendover, que luego utilizará Mateo de París en sus "Chronica Maiora" a comienzos del siglo XIII.
(Somersby, Lincolnshire, 1809 - Lurgashall, Sussex Occidental, 1892) es uno de los grandes poetas y dramaturgos del posromanticismo, muy popular por la musicalidad y profundidad psicológica de su obra, gran parte de ella inspirada en aspectos mitológicos y medievales. A los diecinueve años publicó su primer libro de poemas en colaboración con su hermano Charles, "Poemas de dos hermanos" (1823), y al año siguiente ingresó en el Trinity College de Cambridge, donde entró en contacto con una sociedad secreta de gran prestigio, The Apostles, y conoció al que sería su gran amigo, Arthur Hallan, a quien dedicó uno de sus poemas más famosos, "In memoriam" (1850), considerado su obra maestra. Su primer libro importante, Poemas principalmente líricos, apareció en 1830. Tras el fracaso de su segundo poemario, que apareció tres años más tarde, estuvo una década sin publicar, hasta que en 1842 recobró cierto prestigio literario con su tercer libro, lo que le animó a editar, en 1847, un largo poema sobre la condición de la mujer moderna, "La princesa", con el que se consagró como poeta.