Estos libros son los dedicados a las guerras contra los godos dentro de la magna obra Historia de las
guerras de Justiniano de Procopio de Cesarea (500-562 d. C.), el más importante y clasiscista de los historiadores
bizantinos. La obra se centra en la conquista de los ostrogodos de Italia y la reconquista del territorio occidental
por parte del Imperio Oriental, el Bizantino, con el emperador Justiniano y su gran capitán Belisario a la cabeza,
campaña que duró dieciocho años. Comienza el libro en el convulso momento de la caída de Rómulo Augústulo, el ultimo
emperador de Roma, a manos del caudillo herulo Odoacro (467 d. C.) En ella aparecen personajes históricos importantes
como Teodorico, la emperatriz Teodora o los propios Justiniano, Belisario y el rival de éste: el eunuco Narsés. Quizá
sea la caracterización de estos personajes, el contraste entre sus diferentes actitudes y las tensiones que surgen
entre los diferentes ámbitos, el aspecto más interesante de la obra de Procopio, ya que el autor logra un tono de
crónica histórica muy cercano al de la novela, encardinándose así en la larga tradición de narrativa histórica
bizantina. Los paisajes de las guerras son, entre otros, Sicilia, Nápoles -la narración del asedio de esta ciudad es un
episodio realmente vibrante-, Rávena, Roma y Mediolano (Milán). Es una obra amena e interesante por la gran calidad de
sus numerosas descripciones de batallas, la finura con la que detalla las intrigas palaciegas de ese tumultuosa época,
además de por el interés que desprende su testimonio sobre las disputas entre diferentes facciones dentro del
cristianismo.