David Foster Wallace, considerado por muchos como el enfant terrible de la actual narrativa estadounidense, nos ofrece una serie de originales ensayos sobre temas tan diversos como la pornografía, las autobiografías de deportistas o las limitaciones de la lengua inglesa. Su perspectiva es siempre innovadora y sus observaciones finas e inteligentes, como cuando se plantea si es moralmente lícito cocer una langosta viva por un simple placer gustativo.
David Foster Wallace (Ithaca, 1962 - Claremont, 2008) fue escritor de novelas, relatos y
ensayos, así como profesor de escritura creativa en el Pomona College de Claremont, en California. En 1996, con treinta
y cuatro años, publicó Infinite Jest, una obra que lo consagró entre la crítica y los lectores, y que la revista Time
consideró una de las cien mejores novelas en lengua inglesa del periodo entre 1923 y 2005. En 2008, tras una prolongada
depresión, Wallace se suicidó en su casa y fue hallado por su mujer. Entre sus obras traducidas a nuestra lengua se
cuentan La niña del pelo raro, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, La broma infinita o La escoba
del sistema.