Todo es metáfora del tú, de ti, como si el mundo fuera un gran poema sin salida. No hay camino que no huya de tu sombra. No hay abismo ni vértigo que no acabe en tus ojos. no hay noche que no sea redonda, negra, sin fondo, doble como tus pupilas. He olvidado si alguna vez el mar fue solo agua, solo tierra sedienta la arena; si alguna vez las olas no fueron tus labios. No hay muro que no sea tu piel infranqueable.
Se define como discípulo y admirador de Martin Gardner y Raymond Smullyan, fue director de la sección "El juego de la lógica" de la revista científica Algo y es autor de numerosos textos de divulgación lógica y científica, dedicada en buena parte al ámbito escolar.