El hombre que quiso dejar de oír
El ático
Por una llamada
De los Apeninos a los Andes
El hombre del periódico
El fin de su vida
La del otro día, la del bar
El timbre
De un agujero negro
La mujer que veía crecer torres
El italiano
Una madrugada de lana
Detrás del delfín
Tan fácil
Bajo el agua
El cielo es una sopa de letras
Avelio Casino llevaba 8 meses y 29 días esperando su tumba. El proceso le estaba resultando como un embarazo: largo, emocionante y esperanzador. Pero el destino suele esconder la llave de la última puerta. Como cualquiera de nosotros, los protagonistas de estas historias se manejan en la ternura, la ironía, el amor..., no en lo inesperado. ¿Quiénes son? Un aburrido oficinista que se descubre poseedor de una capacidad auditiva sobrenatural con sólo posar su mirada en las cosas. Una joven desempleada que se ve obligada a invadir el domicilio de lo que parecía un gris vecino y resulta ser un narcotraficante. Un propietario de un ciber, víctima de un destino irónico y circular abierto por su abuelo amanuense 25 años antes. Una treintañera cualquiera que se encuentra con que se ha duplicado y comprueba que alguien que es exactamente ella, pero sin serlo, es quien vive su vida. Una universitaria que se manifiesta como una competente asesina durante unos minutos y lo olvida al momento... A veces lo ireal habita dentro de lo real. Y un día que amanece con las legañas de lo cotidiano puede convertirse en el primer día de otra existencia. Hay quien diría que éstas son historias surreales, mágicas, kafkianas, borgianas... Quizá sólo se trate de que cruzar al otro lado del espejo es más sencillo de lo que imaginamos.