Pocos filósofos, como Martin Heidegger (18891976), han provocado tan opuestos puntos de vista acerca de su importancia en la historia de la filosofía. Hay quienes creen que el autor de El Ser y el Tiempo, Kant y el problema de la metafísica y Arte y poesía es el más eminente crítico de la metafísica desde la época de Emmanuei Kant y lo sitúan al lado de los mayores pensadores como ,Platón, Aristóteles, Descartes, Leibniz y Hegel. Señalan que su dominio fundado principalmente en un tema decisivo: el ser del Ser ha llegado a desbordarse hacia múltiples campos de la cultura, entre los cuales se incluyen el existencialismo sartreano, la lingüística, el estructuralismo, la interpretación de textos, la teología, los estudios helenísticos, la teoría literaria y la literatura. Frente a esas opiniones, los detractores del filósofo arguyen que sus escritos no sólo son impenetrables por la aridez del lenguaje en que están redactados sino que plantean problemas ficticios, además de que sus doctrinas son falsas, su ontología es ilusoria y su influencia es desastrosa. George Steiner pondera ambas posiciones y, sin tomar partido en pro o en contra, explica cómo en el trasfondo de los textos heideggerianos lo poético, el habla y la historia se hacen presentes.