INSÚA, ALBERTO / MALLARMÉ, STÉPHANE
La idea madre al abordar la construcción teatral de este HerodíasSalomé es original: cada acto de los tres que componen la obra tiene su origen en un autor diferente: Mallarmé, Flaubert y Wilde, pero forman un todo coherente y un continuo temporal. Nominar los actos con el nombre de cada uno de los autores del texto original resulta obligado. Conviene aclarar que, en todos los casos, el texto resultante no es una traducción sino una reescritura. Los personajes dicen lo que se quería decir, unas veces sobre el texto y otras al margen de él. Hay sin duda una vuelta de tuerca literaria: pasar del simbolismo y el decadentismo al realismo, e ingresar de nuevo en el simbolismo, lo que resulta subyugante. HerodíasSalomé aborda las tres edades de la mujer: la pubertad, la juventud y la madurez. Razones estructurales han impedido plantearlas en su orden natural. Quedan pues en la única forma literariamente posible. Frente a tanto talibán, frente a tanto rabino y sacerdote de la muerte se ha intentado construir un canto a la vida y defender el derecho de la mujer a su dignidad como persona y a su libertad. Sartre dijo: «Nunca fuimos más libres que durante la ocupación alemana, porque un solo acto de libertad, el más mínimo, podíamos pagarlo con la vida». Hoy las mujeres luchan por su libertad y pagan su lucha demasiadas veces con la vida. Lo estamos viendo a diario. De esa manera, son aún más libres. Como Salomé, luchan a sabiendas de que el final de su empeño puede ser la muerte.