En esta obra, Jacques Le Goff explora el imaginario medieval a través de sus más importantes componentes: por una parte, los héroes, como Carlomagno, el Cid, el rey Arturo, Roldán o Robín de los Bosques, sin olvidar al hada Melusina, al mago Merlín, ni tampoco al zorro y el unicornio. Y, por otra, las maravillas: tres edificios o poderes que dominan la sociedad: la catedral, la fortaleza y el claustro.
La iconografía medieval se caracteriza por ignorar las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural, entre el mundo terrenal y el más allá, y por abarcar un amplio espacio geográfico. Esta historia del imaginario es también una historia de largo recorrido, pues presenta a los héroes y las maravillas tal como los construyó y veneró la Edad Media y los legó a los siglos venideros, en los que siguen vivos, sobre todo gracias a los nuevos vehículos de la historia, como son el cine y los cómics.
Es uno de los mayores especialistas vivientes en la Edad Media occidental. Autor de numerosas obras sobre la cultura medieval, es director de estudios de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, codirector de la célebre revista Annales y representante conspicuo de la llamada "historia de las mentalidades" que, a diferencia del positivismo historiográfico, aboga por la investigación del campo de lo imaginario en el estudio del pasado