La llamada "caza de brujas" se desató en Navarra a comienzos del siglo XVI. Entre 1525 y 1527, todos los pueblos y aldeas de los valles de Erronkari, Zaraitzu, Aezkoa y Erro recibieron la visita de jueces civiles que llevaron a la hoguera y a la horca a más de cien personas, y al exilio o a la cárcel a muchos inocentes, acusados falsamente de brujería.
Loredi, marcada desde su nacimiento por ser la séptima de siete hijas, es acusada de ser responsable de unos hechos descabellados por Pedro de Balanza, juez político, consejero real y oidor de la Audiencia de Navarra. Consigue huir con la ayuda de su padre, pero, durante los siguientes quince años, se verá acosada por otro inquisidor, el licenciado Avellaneda, convencido de que las brujas existen, vuelan a las juntas, asesinan niños...