En la Cataluña donde Jordi Pujol ganaba una tras otra las elecciones y los medios construían la imagen de un oasis libre de corruptelas, la trayectoria del periodista y abogado Alfons Quintà (1943-2016) literariamente reconstruida aquí por Jordi Amat refleja una perversa encrucijada de asedio y poder, dinero y tráfico de influencias. Crecido a la sombra de Josep Pla y periodista de gran prestigio durante la Transición, a lo largo de los años, gracias a su conocimiento de las cloacas del poder político y financiero, Quintà artista consumado del chantaje, el acoso y la manipulación desarrolló una prestigiosa carrera mediática, llena, a la vez, de claroscuros inquietantes. Fue el primer delegado en Cataluña del diario
El País, desde donde destapó el caso Banca Catalana; fue el primer
director de la televisión autonómica catalana (nombrado por cuanto
sabía de la trastienda del poder, según propia confesión); creó asimismo El Observador, un medio afín al gobierno convergente, cuya hegemonía terminó despreciando profundamente; y acabó sus días, sin apenas ser leído, denunciando los recortes en sanidad y la deriva del Procés. El trágico colofón a esta trayectoria se producía en diciembre de 2016: Alfons Quintà, enfermo, asesinaba de un disparo a su expareja y a continuación se suicidaba.
Jordi Amat nació en Barcelona en 1978. Es escritor y doctor en filología hispánica. Editor de varios clásicos de la no ficción hispánica y especialista en la historia intelectual española de la segunda mitad del siglo xx, ha publicado, entre otros, Las voces del diálogo, Els laberints de la llibertat, Un país a l?ombra y, en Tusquets Editores, El llarg procés («un libro de una erudición apabullante», según Santos Juliá). Desde 2009 colabora en el diario La Vanguardia, tanto en las páginas de Opinión como en el suplemento Cultura/S.