Al afrontar la traducción de la Historia de España de Samuel A. Dunham (1844-1846), Antonio Alcalá Galiano tuvo que rehacerla en buena parte, y sobre todo completarla en buena parte, y sobre todo completarla con la de los siglos XVIII y XIX, inexistente en la versión original. Es decir, que tuvo que reconstruir la historia de su mundo, de aquel en que su vida había acontecido, en el que se encontraban sus raíces. En palabras de Julián Marías, "los volúmenes que Alcalá Galiano escribió entre los que se encuentra el capítulo que da título a este libro son lo más penetrante que se ha escrito sobre la historia española desde que se inicia la crisis del Antiguo Régimen hsta el final de la época romántica".