Nuestra imaginación está poblada de tierras y lugares que nunca han existido, de la cabaña de los siete enanitos a las islas visitadas por Gulliver, del templo de los Thugs de Salgari al piso de Sherlock Holmes.
Por lo general, sabemos que estos lugares son tan solo producto de la fantasía de un narrador o de un poeta.
En cambio, y desde tiempos muy remotos, la humanidad ha fantaseado con lugares que se han considerado reales, como la Atlántida, Mu, Lemuria, las tierras de la reina de Saba, el reino del Preste Juan, las Islas Afortunadas, El Dorado, la última Thule, Hiperbórea y el país de las Hespérides, el lugar donde se conserva el santo Grial, la roca de los asesinos del Viejo de la Montaña, el país de Jauja, las islas de la utopía, la isla de Salomón y la tierra austral, el interior de una tierra hueca y el misterioso reino subterráneo de Agartha. Algunos de estos lugares han dado lugar a fascinantes leyendas y han inspirado algunas de las espléndidas representaciones visuales que aparecen en esta obra, otros han obsesionado la fantasía trastornada de los cazadores de misterios y otros incluso han estimulado viajes y exploraciones. Así, persiguiendo una ilusión, viajeros de todos los países han descubierto otras tierras.
Nacido en 1932 en Alessandría (Italia), es catedrático de Semiótica de la Universidad de Bolonia. Mundialmente conocido por sus contribuciones a la filosofía, la estética, la teoría sociocultural, la historia y la crítica literaria, es autor de una veintena larga de obras de investigación y de tres grandes novelas, El nombre de la rosa, El péndulo de Foucault y La Isla del día antes. Galardonado con muchos premios de gran prestigio y honrado con 25 títulos de doctor honoris causa, Umberto Eco intervino en muchas ocasiones en la escena política con actos de protesta y de boicot, por ejemplo en relación con la guerra contra Chechenia. Es fundador de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos de Bolonia y de la Asociación Internacional de Semiotica.