De una concha que un niño recoge en una playa chilena, al sur, muy al sur del mundo, una voz se eleva, cargada de recuerdos y sabiduría. Es la voz de la ballena blanca, el animal mítico que durante décadas ha custodiado las aguas que separan la costa de una isla sagrada para las personas nativas de ese lugar, la Gente del Mar. El cachalote, la criatura más grande de todo el océano, ha conocido la inmensa soledad y la enorme profundidad del abismo, y ha dedicado su vida a cumplir fielmente la tarea que le confió otro cachalote anciano: una tarea misteriosa y crucial, el resultado de un pacto que ha atado a las ballenas y la Gente del Mar. Para honrarlo, la gran ballena blanca tenía que proteger esa parte del mar de otros hombres, los extraños que con sus barcos vienen a llevárselo todo, sin respeto alguno por el entorno natural. Fueron ellos, los balleneros, quienes contaron la historia de la temida ballena blanca hasta ahora, pero ha llegado el momento de que ella hable por sí misma y deje que su antigua voz nos llegue como el lenguaje del mar.
Luis Sepúlveda (Ovalle, Txile, 1949). Gorabehera handiko bizitza izan du Luis Sepúlvedak. Leku askotan bizi izan da, baina denetan agertu du elkartasunerako grina eta ekologiarekiko kezka. Euskal irakurleak bi idazlan irakur ditzake euskaraz: Maitasun eleberriak irakurtzen zituen agurea eta Patagonia Express. Horiez gain: Mundo del fin del mundo, Nombre de torero, Desencuentros eta Yacaré. Wikipedia