El cuerpo se ha convertido en objeto de la Historia porque es tributario de condiciones materiales y culturales que han cambiado radicalmente a lo largo de los siglos. De la lentitud a la velocidad, del retrato pintado a la fotografía, de los cuidados individuales a la prevención colectiva, de la cocina a la gastronomía, de la sexualidad vista desde la moral a la sexualidad vista desde la psicología. el lugar que ocupa el cuerpo en el mundo occidental ha ido evolucionando con los tiempos. En la Ilustración los sabios lo manipulan y lo diseccionan. Miden la masa, la densidad, el volumen, la temperatura. Analizan sus movimientos. Pero los cuerpos de los expertos en anatomía, el de los fisiólogos y el de los gimnastas, son radicalmente diferentes de los cuerpos que sufren y que disfrutan. Los historiadores suelen olvidar la tensión existente entre el objeto científico y el cuerpo que prueba el placer y el dolor. Esta gran obra en tres volúmenes profusamente ilustrados en color busca el restablecimiento del equilibrio entre la visión del cuerpo que tienen los científicos y la de los historiadores desde el Renacimiento hasta nuestros días. Los métodos y epistemologías son diversos, igual que las disciplinas que lo estudian. Sólo así se puede ofrecer una historia que se sitúa en la frontera entre el sujeto y lo social.
Alain Corbin, nacido en 1936, es profesor emérito de Historia del siglo XIX en la Universidad París 1. Ha publicado, entre otras obras, La prostitution à Paris aux XIXº siècle, Les cloches de la terre: Paysage sonore et culture sensible dans les campagnes au XIXº siècle y El mar: terror y fascinación, y ha dirigido obras colectivas como L?avènement des loisirs. 1850-1960 e Historia del cuerpo.